“San
Bernardo habló de Jesús como el beso en los labios que da Dios a la humanidad,
aclarando que, en el beso en los labios, no se distingue el que lo da y el que
lo recibe: no hay dos besos sino uno único que es a la vez totalmente de uno y
totalmente del otro”. (José I. González Faus).
No lo entiendo, pero me encanta. A veces,
hay frases que me dejan boquiabierta, esta es una de ellas, que no llego a
entenderlas, pero la imagen que sugieren es tan espectacular e imposible a la
vez, y tan llena de significado, que me atrapa sin remedio.
A través de imágenes similares se puede
acceder a toda la teología, y a los temas más enrevesados.
Jesús hablaba en parábolas y ponía ejemplos
sencillos sacados de la vida cotidiana, para que todos entendieran.
A la presencia que le habitaba le llamó
“Padre”, en aquella época, y actualmente en muchos lugares, las mujeres
contaban poco, la figura de referencia tenía que ser masculina.
Nosotros también le podemos llamar “Madre”.
Con la persona de Jesús, nuestra Madre divina nos besa en los labios, ¡qué
bonito! Pero no hay separación alguna entre quien da el beso y quien lo recibe.
Difícil de entender.
Me recuerda lo que decía el maestro
Eckhart: “El ojo con que veo a Dios es el
mismo ojo con que Dios me ve. Su ojo y mi ojo son un solo ojo”. “Yo soy uno con
el todo. Si Dios no fuera, yo no sería. Si yo no fuera, Dios no sería”.
Por declaraciones como esta quemaban a la
gente hace unos cuantos años. El mismo Eckhart sufrió un proceso por sospecha
de herejía.
Recibir ese beso en los labios con la
persona de Jesús es semejante a recibir la mayor de las bendiciones, la más
gran ayuda. La Madre de todas las aguas hace un pacto con sus pequeñas olas,
para que estas tengan un modelo a seguir, un Hermano universal, un Amigo que
nos acompañará en todos los amigos, un Guía que es como nosotros y conoce bien
nuestras debilidades.
No me quiero quedar fuera de ese tierno
beso en los labios, quiero ser consciente de ese acto de ternura hacia la
humanidad, en mi persona.
Y a la vez transmitirlo a los otros seres
humanos con los que comparto historia, inquietudes
y esperanza.
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