domingo, 11 de junio de 2023

Lo que te llene de paz

 


En este mismo momento hay toda una vida esperando ser vivida plenamente, no a medias, sino a lo grande. Todo un universo interior que se asoma en nuestra piel. No sirven las medianías porque todo está a nuestro alcance, y ya somos lo que tenemos que ser. 

Siempre pensamos que luego irá todo mejor, porque yo tengo que cambiar, ser diferente, borrar mis miedos, dejar a un lado la pereza, conseguir esa estabilidad, superar este problema, aguardar un momento mejor. Y de esta manera el tren de la felicidad pasa y nunca estamos listos para subirnos a él.

T. de Chardin: “Cuanto te deprima e inquiete es falso. Como fuente de energía y criterio de verdad, coloca todo aquello que te llene de la paz de Dios.” Sabias palabras que nos ayudan a poner las cosas en su sitio. Si son falsas las supuestas barreras que nos encontramos, qué estoy haciendo, de qué me estoy preocupando. Algo cambia en mí cuando pienso que el único criterio firme y seguro que me guía es la paz.

Al final, la vida es más fácil de lo que parece. Nos la complicamos sin sentido cuando nos encerramos en la autorreferencia compulsiva, en el egoísmo que nos impide abrirnos al misterio generoso y fecundo de la vida.

Tenemos muchas cosas que desaprender, mucho lastre del que nos hemos de descargar para poder sentir, valorar, saborear y agradecer cada momento vivido, que es único y siempre contiene ayudas y bendiciones infinitas. 

Conscientes de estas bendiciones, podemos caminar libremente. Y lo que es búsqueda se transforma en encuentro, lo que es ansiedad en gozo. Entonces nos inunda la sensación de que hemos llegado, por fin, a lugar seguro, y empezamos a agradecer.


1 comentario:

Mónica Inés Pretel dijo...

Las medianias no sirven, ya somos todo lo que debemos ser.
Saborear y vivir el momento, aprender y desaprender. Es la vida. Hermosa enseñanza Conchi.

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