Para vivir despierta y atenta a lo esencial de mi vida siempre necesito palabras nuevas, que me hagan abrir los ojos y ponerme en marcha. Que me muevan el corazón. Porque a base de repetir siempre lo mismo parece que todo pierde su significado y su fuerza original.
Aunque parezca absurdo, necesito enterarme de que estoy viva, y que esa vida es extraordinaria en cada momento, suceda lo que suceda. Es mi gran tesoro. El que puedo compartir y disfrutar, el que no depende de mis fuerzas o habilidades. Está más allá de todo lo que yo pueda hacer o conseguir, y lo recibo gratis, a cambio de nada.
Necesito abrir la puerta del gozo interior y renovar mi esperanza. Para ello, escoger los momentos, los gestos y las palabras. No ensuciar mis espacios, para que pueda brillar la luz que todo lo sostiene. Vivir confiada, acogiendo lo que venga, aunque sea algo que yo no hubiera elegido. Yo no soy la medida de todas las cosas. Yo simplemente recibo y respondo, y ese es mi aprendizaje, averiguar qué me está pidiendo cada situación.
Cada pieza de mi vida está en el sitio que corresponde. Todo ha sido bien medido y preparado. No puedo perder el tiempo en enfados o en conflictos, siempre innecesarios. Tengo cosas mucho más importantes que hacer, entre otras rastrear el enigma del gran misterio en lo concreto de mis días. Sé que es una tarea apasionante que no voy a terminar nunca, me va a acompañar hasta el último suspiro.
Descubrir los hilos que me unen a aquello que no se puede expresar en palabras y ponerme de su lado y a su servicio. Sin controlar, sin imponer. Aprender a estar aquí sin necesitar que las cosas sean de otra manera.
Aprender a vivir de verdad.
1 comentario:
"No puedo perder el tiempo en enfados o en conflictos
Siempre innecesarios. Tengo cosas más importantes
Que hacer"
Me encanta.
Publicar un comentario