Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer, cada uno elige y toma decisiones en cada momento.
En primer lugar elegimos cómo nos tratamos a nosotros mismos. Por eso, a veces nuestro trabajo principal es recuperar la confianza y la paz interior, para poder dar nuestra mejor versión. Somos seres extraordinarios, pero nos censuramos en exceso, a la vez que nos inundamos de temores y de inseguridades que nos boicotean.
La espiritualidad nos enseña a escucharnos y mirarnos, porque en nosotros se desarrolla la vida, lo de fuera es reflejo de lo de dentro. Aprender a mirar amorosamente los propios anhelos, también las dudas y temores, para abrir sitio a la aceptación y a la esperanza tan necesarias.
Somos seres llenos de palabras, ellas trazan el mapa de nuestra búsqueda y nuestro caminar, por eso debemos observar las que nos habitan en cada momento, y ver si tenemos que hacer cambios para recuperar la confianza.
Todo resulta fácil si nos aliamos con la vida y con lo que sucede en cada momento y empleamos nuestra buena energía en cada encuentro y en cada acción, también si no nos centramos en nuestras expectativas particulares.
En cuanto soltamos exigencias, nos relajamos y empezamos a disfrutar con lo que viene y a ver que todo se convierte en oportunidad para aprender y para avanzar, es decir, para vivir en profundidad.
La sabiduría no depende de nosotros, dejemos que se exprese en nuestras vidas y contemplemos su presencia en lo concreto de cada momento con la atención y la emoción que se merece.
2 comentarios:
Todo resulta fácil si nos aliamos con la vida y con lo que sucede en cada momento y empleamos nuestra buena energía en cada encuentro y en cada acción, también si no nos centramos en nuestras expectativas particulares.
"En nosotros se desarrolla la vida, lo de afuera es reflejo de lo de dentro.
Debemos observar que palabras nos habitan"
Pues la boca Habla y refleja de lo que reboza el corazón. Gran enseñanza Conchi.
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