domingo, 28 de abril de 2024

Celebrar la vida

 


Algo tiene que morir en nosotros para que la vida gane. Desprendernos para avanzar. Dejar atrás la visión de nosotros mismos y del mundo, de tantas creencias limitantes, de tanta costumbre acumulada. Todo apego detiene el fluir de la vida.

Dejar espacio a la frescura de un nuevo mundo, que comienza dentro de mí y se extiende y crece imparable. Mis energías viajeras se ponen en marcha, para barrer pensamientos negativos y sembrar esperanzas, para quitar cargas pesadas que no dejan avanzar. Y así poder mirar directamente al corazón de todas las cosas, a su esencia sagrada, a la maravilla de ser. Así es como todo pasa a ser expresión y signo de algo.

Me uno a una canción que no depende de mi voz, me encuentro cara a cara una creación absolutamente maravillosa, y cuál es mi reacción. Puedo ir desde la indiferencia al asombro. Ahí me muevo.

Gracias al mismo impulso de vida puedo estar abierta y dar un paso adelante siempre, muchas veces sin saber adónde ni por qué. Tengo que tener los oídos abiertos para escuchar tantas llamadas, que me llevan a poder descubrir y por supuesto compartir esa preciosa perla que está depositada en mí. Que es la misma que está en todo.

Una y otra vez se me invita a la novedad de la vida que brota con fuerza, a saborear cada amanecer, que es un regalo envuelto en luz, y cada encuentro, aparentemente casual, que está especialmente diseñado para mí.

Todo está por hacer cada día en este espacio único preparado para mí, no soy yo quien ha trazado este sendero personal y sagrado en el que recibo los mensajes del mundo y aprendo muy lentamente a celebrar la vida.


1 comentario:

Mónica Inés Pretel dijo...

"Algo tiene que morir en nosotros
Para que la vida gane"
Debe morir el egocentrismo, el YO,
Entender que no somos el ombligo del mundo y es Dios quien decide.

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