domingo, 21 de enero de 2024

El hilo sagrado


 Hay un hilo sagrado que comunica todos los corazones. Es el que da sentido a nuestra existencia en la tierra. Lo podemos ver cuando vemos nuestra luz interior, y sabemos que esa misma luz habita todo lo que ha sido creado.

La luz que podemos experimentar las personas tiene múltiples nombres y caras: gozo, asombro, bondad, cercanía, cariño, generosidad, acogida, caricia, sonrisa, abrazo, ternura, compasión, unión. Todos esos nombres definen y ponen rostro a ese hilo infinito, que es irrompible, no depende de nosotros sino que pasa a través de nosotros y nos da la vida auténtica, la que hemos venido a disfrutar y es el más grande regalo.

Cada persona tiene su propio proceso vital, cada uno tiene lo que necesita en cada momento. Desde nuestro punto de vista particular jamás podemos opinar sobre lo que otros están viviendo, lo que hacen o dejan de hacer. Tenemos tendencia a arreglar la vida de los demás, sabemos exactamente lo que tienen que hacer, en cambio, no sabemos qué hacer con nosotros mismos.

El hilo siempre está ahí, es irrompible, pero sí que lo podemos ignorar, vivir como si no existiera, lo que es una locura, porque el hilo es lo único auténtico y real en nuestras vidas, por lo tanto es lo que nos da sentido y supone un encuentro pleno con todo.

Con ese hilo tejemos puentes de encuentro y conexión completamente necesarios para vivir. Necesitamos la imagen de algo concreto para acceder a lo que está fuera de nuestra comprensión. Un hilo es fácil de visualizar y entender. 

Que todos los seres humanos abramos espacio a ese hilo que nos pone en conexión con todos, y también con nosotros mismos. Que podamos tejer un bello paisaje con nuestros corazones unidos.


1 comentario:

Mónica Inés Pretel dijo...

Hay un hilo sagrado que une todos los corazones,
No depende de nosotros y es irrompible,
Con el podemos tejer puentes de encuentro.
Me encanta Conchi.

Celebrar la vida

  Algo tiene que morir en nosotros para que la vida gane. Desprendernos para avanzar. Dejar atrás la visión de nosotros mismos y del mundo, ...