Necesitamos el tiempo que se nos concede, aunque parezca que nada se mueve y que todo va lento, algo va sucediendo. Lo apreciamos mejor cuando miramos hacia atrás en el tiempo, descubrimos cómo hemos ido cambiando y hemos llegado a ser lo que somos en este momento. Es necesario respetar nuestros propios procesos, y los de los demás.
El crecimiento es lento y es extraordinario, nos va dando todas las oportunidades que necesitamos, todo está dentro del camino, no hay errores.
Cultivar la paciencia, confiar en cada cruce de camino, saber que no vamos solos, aceptar tantas cosas que no entendemos. Aprendamos a relajarnos y disfrutar, porque cada instante tiene su luz y su mensaje.
Cada día elegimos los ingredientes necesarios para nuestro caminar confiado, los que nos ayudan a desactivar las trampas que nuestro ego nos pone impidiéndonos avanzar en ese camino interior.
La confianza también es un aprendizaje y se puede practicar, como todo. Empezar por las palabras que decimos, que no estén cargadas de pesimismo o de quejas, como a veces sucede. Lo que salga de nuestra boca que sea positivo y nos ayude a crecer.
Nuestra actitud, es decir, cómo enfocamos las cosas, es decisiva. Esa actitud se trabaja, igual que entrenamos los músculos en el gimnasio.
“Cuando los pies comienzan a andar se abren los caminos”. Nuestros propios pasos abren caminos y nuestra antorcha personal nos da la luz necesaria. Tan solo necesitamos confiar, y todo resulta más fácil.
Echemos a andar por donde nos pide el corazón y surgirá nuestra senda personal, esa que nadie puede realizar por nosotros. Es un camino sagrado y único que nos lleva a nuestro yo más auténtico, nuestra tierra prometida.
1 comentario:
Aprendamos a:
Cultivar la confianza
Confiar (se aprende)
Saber que no vamos solos
Aceptar
Relajarnos
Aprendamos esto y echemos a andar
Preciosas enseñanzas Conchi.
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