miércoles, 12 de abril de 2017

Gestos nuevos

Necesitamos crear un lenguaje nuevo y personal para expresar la fe, la entrega, la confianza. Un lenguaje en el que entre la expresión corporal, el canto, la risa, el juego. Porque se trata de comunicar la alegría de estar aquí y la pasión por la vida. Por eso, debemos crear gestos innovadores y atrevidos.
Igual que el lenguaje de dos enamorados está lleno de pequeñas tonterías con las que comparten sus emociones, así debemos copiar para nuestros encuentros con el Creador en la intimidad del corazón.
Todo estará permitido para expresar nuestro cariño: las palabras exageradas, las declaraciones de amor, los piropos, la fiesta.
Nuestra vida cotidiana está demasiado razionalizada y cuadriculada. Sabemos a cada hora lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo: el trabajo, la casa, las comidas, la vida social.
Pero cuando el amor nos desborda nos invade un punto de locura, en el que ya no sabemos nada, solo que necesitamos expresar de mil maneras distintas que amamos y nos sentimos amados. Nuestro cauce natural es expresarlo a través de los sentidos: lo que tocamos, vemos, experimentamos.
Ver, oír, gustar, oler, tocar a Dios en la vida. En la presencia de quienes nos rodean, en los acontecimientos tal como se desarrollan. En los pequeños detalles de ternura que cada día nos llegan.
Nos pasa que nos hemos acomodado en la zona de confort: lo de siempre, lo conocido. Y preferimos la repetición a la aventura.

Algo hay que hacer para abrir sendas de luz y alegría en nuestras rutinarias vidas. Cualquier gesto nuevo, cualquier palabra preñada de amor, nos ayudará.

2 comentarios:

Fr. Simón dijo...

La creatividad y novedad para crear nuevos lenguajes, sí señora.

Anónimo dijo...

Gran lección, como siempre. Gracias, hormiguita.

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