Allá donde me muevo hay esperanza, el aire que respiro siempre me trae
libertad y en lo que tengo más a mano está mi alimento. Todo contribuye a mi
formación como persona.
Los buenos espíritus, o el Gran Espíritu, se han aliado para levantarnos de
la tierra, sanar heridas y despertar conciencias. Su empeño es inmenso, tan
grande como la eternidad, tan hondo como tu corazón y el mío.
Nada puede poner freno a la bondad, que es un bálsamo en la tierra. En
medio de todas las injusticias y los conflictos, siempre el amor tiene la
última palabra porque es el más poderoso, gracias a eso podemos seguir
caminando confiados.
Yo quiero ser aliada de ese amor, prestarle mi cuerpo y mi tiempo, porque
es mi momento de buscar la esencia, como dice el poeta Mario de Andrade: “Conté mis años y descubrí que tengo menos
tiempo para vivir de aquí en adelante que el que viví hasta ahora. Quiero la
esencia, mi alma tiene prisa. Pretendo no desperdiciar ninguna de las golosinas
que me quedan.”
Esas golosinas-años, si antes fueron dulces ahora son especiales, porque
todas las siembras han hecho su camino, ya asoman brotes tiernos e
ilusionantes, listos para disfrutar de ellos, y también para compartirlos.
Nos quedan los años de la humildad y de la sencillez que llevan a la
auténtica sabiduría, también es el tiempo del asombro. De no querer encontrar
solución a todo, de aceptar, por fin, el sufrimiento, la inseguridad y también
la muerte.
Al abrazar todas nuestras sombras nos volvemos libres y gozamos de nuestro segundo
nacimiento.
Como el poeta, yo también busco la esencia, no quiero desperdiciar mi
tiempo.
2 comentarios:
Buscar la esencia de la eternidad: quiero ser aliado de ese amor
La bondad es un bálsamo en la tierra
El amor es el más poderoso por eso podemos seguir caminando confiados
En los q tengo más amano está mi alimento y ente ellos estás tú
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