El más alto logro espiritual es sentirse amado, y esto es algo que no
puedes conseguir por tus medios, se te da. Entonces resulta que lo más grande
que podemos conseguir es puro regalo. En todo lo que es esencial para nosotros
podemos estar tranquilos, porque lo tenemos ya y para siempre.
Nuestra imperfección está enmarcada en un perfecto equilibrio universal,
donde encajan todas las piezas, a un nivel desconocido para nosotros, pero como
perfectos ignorantes que somos nos atrevemos a opinar, planear, decidir y
dictar sentencia sobre lo que conviene a todo el mundo. Además creemos que
nuestro punto de vista es el único válido. Lo he puesto en plural, pero lo debo
decir en primera persona, eso me pasa a mí.
Ante cualquier ser humano debo sentir una ternura inmensa, unido a respeto,
respeto y respeto. Porque en cada uno, igual que en mí, hay un pozo abierto al
infinito del amor.
Y qué significa esto: que nuestra existencia, todas las existencias, son
manifestación de una Fuente que brota en todo. Por eso, no miremos las apariencias
engañosas sino la Presencia que se revela en todo lo creado.
Con mi actitud de apertura, acogida y respeto puedo experimentar y dejar la
puerta abierta a esa actuación divina y colaborar con ella, para llegar a ser
creadora con mi Creador. Mano a mano. Totalmente unidos. No somos uno más uno
sino que somos la Vida misma que se manifiesta y armoniza en mí.
Mi propuesta: no juzgar, sí comprender, aceptar, acoger al Otro.
3 comentarios:
Lo más grande que conseguimos es puro regalo. Gracias es la respuesta. No juzgar es complicado. Dejar abierta la puerta es confiar
Preciosas palabras nacidas de esa fuente infinita...y que nos recuerdan que vive en cada uno de nosotros. Y que no es diferente en el otro que en mí.
Gracias de nuevo lucecita.
Preciosas palabras nacidas de esa fuente infinita...y que nos recuerdan que vive en cada uno de nosotros. Y que no es diferente en el otro que en mí.
Gracias de nuevo lucecita.
Publicar un comentario