domingo, 2 de octubre de 2016

Luz y oscuridad

“Yo creo la luz y la oscuridad, produzco el bienestar y la desgracia. Yo, el Señor, hago todas estas cosas” (Is 45,7).
Es difícil entender la vida, con todo el sufrimiento que lleva incorporado. La belleza y perfección de todo lo creado junto a la dureza del mal, de la enfermedad, del sufrimiento. Cómo armonizar esos extremos.
Leí que cualquier mal es penúltimo, no tiene la última palabra, porque de él es posible sacar enseñanzas y mayor profundidad. Esto tiene que ver con la resiliencia: que es la capacidad propia de los humanos para superar el dolor y el sufrimiento de cualquier situación adversa.
Llevamos en nosotros el potencial y la creatividad necesaria para remontar todo tipo de dificultades.
No estamos abandonados a nuestra suerte, formamos parte de un todo armónico que no se olvida de nosotros.
La luz y la oscuridad conviven en nosotros, vamos de la una a la otra, entre esos dos polos nos movemos. Mejor que en ese juego de luces y sombras nos olvidemos de nuestros egocentrismos y nos abandonemos en abrazo confiado y consciente.
Siempre queremos agarrarnos a seguridades para dejar a un lado la inquietud sobre qué pasará, cómo acabará esta peregrinación terrestre a la que hemos sido llamados. Nuestra mente tiene recursos psicológicos suficientes para tranquilizarnos e incluso aletargarnos. Y es en los momentos de más oscuridad cuando desaparecen todas las tablas de salvación a las que nos habíamos sujetado y quedamos angustiados, sin protección. Ese es el terreno para la confianza total, sin asideros, para entregarnos y decir: aquí estoy, no entiendo nada pero confío en ti.
Quizá pensamos que cuando nos suceden cosas malas o cuando sufrimos es que hemos sido abandonados a nuestra suerte. Es justo lo contrario: cuando más necesitamos ayuda, más la tenemos. Es esencial estar atentos a esa ayuda, hay que aprender a reconocerla y agradecerla.

Hugo Mújica: “Conocernos es una entrega no un saberse, es soltarnos y descubrir que no nos hundimos, que estuvimos siempre sostenidos”.

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