No nos podemos imaginar lo que
significa un amor infinito, ni un universo repleto de estrellas y no acabamos
de entender tanto derroche de belleza a nuestro alcance.
La palabra “belleza” es de origen
sánscrito y significa: “el lugar donde Dios brilla”. Bien podemos decir que la
belleza todo lo impregna, y siempre la puedes ver porque él brilla en todo lo
creado.
Nos complicamos un poco la vida
cuando queremos averiguar el cómo, dónde, cuándo, qué. Cuántas veces los
métodos de autoayuda son métodos de confusión porque se basan en conseguir
éxitos, cuando la vida es una mezcla de éxitos y fracasos, y hay que saber
gestionar adecuadamente tanto unos como otros, para no quedar estancados en
ellos.
Cómo compaginar la belleza con los
momentos caóticos que todos tenemos. Qué hacer para sabernos inmersos en ella,
suceda lo que suceda.
La belleza de la vida existe, por
su propia cuenta, con independencia de nuestras batallitas, de nuestros cambios
de humor. En todo lugar y tiempo brilla, mejor que demos pasos para enterarnos
y disfrutarlo. Ser testigos alegres y comunicarlo a los demás. Eso hace falta
en nuestro mundo de caras serias y conflictos continuados.
Dentro de un amor infinito
vivimos. Cuando empezamos a relajarnos y confiar totalmente en él, vemos los
pequeños y grandes detalles que la vida nos regala. Vemos cosas nuevas que
antes nos pasaban desapercibidas. Entonces nos entran las ganas de agradecer y
nuestra mirada agradecida es la misma mirada de Dios, porque existimos en perfecta
conexión con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario