Somos muchos en la tierra los que
deseamos un cambio, los que apostamos por la bondad y perseguimos el bien en
todas las circunstancias.
Vamos a hacer un acto consciente de unir
nuestras voluntades y nuestros deseos. Cada uno, en la intimidad de su hogar o
en el espacio de su lugar de trabajo, mientras lee este texto, que se una a ese
anhelo, repitiendo:
DECIDO CREAR CADENAS DE AMOR.
Puede repetirlo silenciosamente, también
hablando. A veces viene bien hacer actos conscientes que reafirmen externamente
lo que nos mueve internamente. Por eso conviene repetir la frase, en un
susurro, si estamos acompañados, o subiendo la voz, si estamos solos.
Decirlo, no mecánicamente sino poniendo
nuestro Ser en ello. Si con una vez no es suficiente podemos repetirla una y
otra vez, como una letanía.
Lo podemos acompañar de un gesto, que
para nosotros sea importante: una danza, una música, una imagen, encender una
vela, una meditación. Seamos creativos, usemos los recursos que tenemos, no
solo la palabra.
Crear cadenas de amor significa también
detener las de los cotilleos y murmuraciones. Esto es muy fácil, sencillamente
cuando algo que se dice en contra de alguien llegue a nosotros, ponerle el stop
y no dejar que siga circulando a otros a través nuestro.
Sí, para ser defensores de ese amor, a
veces pasaremos por raros o tontos. Es el precio que hay que pagar.
Quién se decide a crear y defender
cadenas de amor. Que diga su nombre y exprese su decisión: Yo… decido…
Estoy feliz de unirme en un compromiso
con tantos corazones apasionados, que respetan a todos sus hermanos y se ponen
al servicio de la vida y del amor.
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