Todo está relacionado, en nosotros
no hay compartimentos separados, coinciden en la misma estancia la preocupación
por mí misma, por los demás, por la naturaleza y por la trascendencia.
La creación, que somos cada uno,
es sensible, siente. En el planeta también todo está relacionado. “El aleteo de
las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” (Proverbio
chino). Parece ciencia-ficción pero según cuentan los científicos, por no sé
qué leyes matemáticas, los efectos de ese aleteo se van amplificando, de tal
manera que pueden llegar a producir un tsunami en la otra parte del mundo.
Hay una sensibilidad a la más
mínima variación que se produce en la naturaleza. También en nosotros, la más
mínima alteración en positivo o negativo puede provocar cambios impensables que
afectan a nuestro mundo interior y exterior.
Por eso, hay que valorar y mirar
con lupa los pequeños detalles que pueden llevarnos a grandes cambios sin
nosotros darnos cuenta. Las pequeñas decisiones, los gestos escondidos. Todo es
importante, todo nos mueve en una u otra dirección.
Formamos un único organismo vivo,
no nosotros sino todo cuanto existe. Con una dinámica interna, un origen y una
meta. Con el más sencillo acto o pensamiento interactuamos con Todo.
Si sembramos semillas de
concordia, eso será beneficioso para las generaciones futuras y para toda la
creación. Nosotros también hemos surgido de las buenas tierras abonadas por los
que nos precedieron. Pero el individualismo se nos ha instalado en la mente y
ya creemos que cada uno vive separado y a su aire, “a su bola” dicen por aquí.
La vida es un proceso, de
asimilación y concienciación dichosa. Todos estamos dentro del don de la vida,
que se nos ha concedido ni sabemos por qué. Ese don nos une dentro de él porque
significa compartir el mismo regalo, que a la vez es el mismo misterio.
Yo, criatura creada, mando mi
bendición a todos, para que invada todos los espacios y se una a las buenas
intenciones que, diariamente, provocan el tsunami del Amor.
1 comentario:
Es cierto, a veces sólo nos miramos al ombligo, pero es importante hacer grupo, bien sea: familia, amigos, vecindario, compañeros de trabajo. Convivimos con muchas personas diariamente, en nuestra mano está que dejen de ser rostros que vemos a diario a compañeros y acompañantes de nuestra vida.
Gracias por tus palabras, como siempre ayudan a reflexionar y a centrarse en lo esencial.
TE QUIERO MAMÁ.
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